
La bollería dulce, aquella presente en todas las casas sobre todo cuando tenemos niños pequeños, pueden ser una opción saludable siempre que se busque una bollería artesanal de calidad.
La bollería industrial parece haberse quedado a vivir entre nosotros de forma perenne por lo que siempre debemos tener claro lo que diferencia a la bollería industrializada y a la casera. También tenemos un post anterior que hablar sobre este aspecto pero dedicado al pan industrializado que también es muy interesante de leer.
Aunque la bollería industrial es muy tentadora por su colorido y su apariencia de exquisitez, no nos debemos dejar engañar y debemos tener claro que estamos comiendo. Galletas, bollos, barritas y demás contienen muchas calorías, grasas transgénicas, azúcares y están hechas con harinas refinadas y aceites vegetales de mala calidad.
Igual es el momento de pararnos a pensar en el tipo de dulce que le estamos ofreciendo a nuestros hijos o que incluso tomamos los adultos. Porque realmente si existen alternativas más saludables e igualmente deliciosas ¿Por qué no probar una de estas?

Diferencias que se notan a la legua
La bollería industrial ha dejado muy mala fama a la bollería artesanal y tradicional que se sigue practicando en los obradores desde hace más de un siglo. Diferenciarlas y apostar por una bollería saludable, es el fin de muchos de los problemas que nos encontramos estos días sobre todo en niños como sobrepeso, colesterol o azúcar. Las principales diferencias entre ambas formas de hacer los preparados de la bollería, es que la artesanal apuesta por materias primas de calidad en los aceites, harinas y demás, mientras que la industrial van a por cantidad y no calidad, reduciendo al máximos sus costes en materias primas. Utilizando materias primas de calidad conseguimos que el aporte calórico sea mucho menor y el cuerpo sea capaz de quemar las calorías más rápidamente. Además la bollería artesanal no contiene grasas hidrogenadas. Otros factores que seguro te terminan de convencer de la opción de bollería artesanal son la cantidad de nutrientes. Los obradores apuestan por el uso de elementos como la leche, huevos entre otros para dar textura a sus piezas de bollería, por lo que los nutrientes de una pieza de bollería saludable son muy altos. En comparación con la bollería industrial cuya composición está basada en elementos que la hacen más duradera sin importar el valor nutricional.