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No hay amor más grande que el de un hijo hacia su padre ¿Quieres saber por qué?

No hay amor más grande que el de un hijo hacia su padre ¿Quieres saber por qué?

Esa persona que decidió dar el paso de cuidarnos, mimarnos y ser un apoyo incondicional para el resto de nuestra vida, es nuestro padre. Es posible que durante la niñez lo hayas notado ausente, malhumorado o cabizbajo, pero sin lugar a duda, esa persona junto con nuestra madre, ha luchado y lucha a diario para convertir nuestro paso en la vida en un camino hacia la felicidad. No hay amor más grande que el de un hijo hacia su padre ¿Cómo no dedicarle a nuestro padre un día al año para que se sienta verdaderamente especial? El Día del Padre viene cargado no solo de connotaciones religiosas, donde se celebra el día de San José en conmemoración al padre adoptivo de Jesús, sino también es un verdadero homenaje a esa persona que está ahí desde el mismo momento en que nacimos para hacer nuestra vida más fácil y esa persona es nuestro padre.

¿Por qué tiene tanta importancia esta figura paterna en nuestra vida?

Antes la parte masculina de una pareja, se dedicaba a la manutención de la familia, guardar su seguridad y mantener una disciplina al estilo militar. Sin embargo, estos roles están cambiando y los padres cada vez más tienen una parte más activa en la vida de los hijos, aportando su sabiduría para ayudar, aconsejar y disfrutar de sus hijos desde el momento en el que nacen. Esta paternidad tan cercana hace que esta figura familiar se convierta en parte fundamental de nuestra vida, siendo el 19 de marzo, un momento perfecto para agasajar con una deliciosa tarta esa labor tan dura y a la vez tan tierna como es la crianza y el acompañamiento paterno a lo largo del camino de nuestra vida. Tarta para felicitar a tu padre

¿Qué recuerdos tienes de tu padre?

Cuando te haces esta pregunta, a veces siempre tendemos a ir al último día que vimos a nuestro padre, posiblemente fue ayer, cuando visitaste su casa para ver que tal estaba de su resfriado, posiblemente por desgracia te hayas despedido ya de él y quizás te cueste llegar a cualquier otro recuerdo que no sea la tristeza de no tenerlo contigo. Sin embargo, cuando celebramos el Día del Padre durante la sobremesa, tomando una bebida caliente y un pedacito de la clásica tarta de San Marcos o una bandejita de mini pastelitos donde elegir cada uno el que le gusta, es el mejor momento para ir más allá en nuestra memoria inmediata y recordar aquellos días cuando nuestro padre era todo en nuestra vida. Sea cual sea el tipo de padre que tuvieras, seguro que tienes recuerdos que nunca se te olvidarán. Como por ejemplo aquel día que desde el escenario veías a tu padre atento a tu actuación o el día que conseguiste el carnet de conducir y enorgullecido tu padre te abrazó con todas sus fuerzas. También tendrás en mente los clásicos refranes, como el conocido: “Cuando seas padre comerás huevos” Seguro que también puedes sentir cuando tu padre montaba contigo en las atracciones de feria, agarraba tu mano pequeña con fuerza transmitiéndote seguridad y confianza ¿lo recuerdas? O aquel día que decidiste subir por aquel muro y tuvo que llegar tu padre a rescatarte para poder bajar ¿lo recuerdas? Si te pones a pensar con el corazón hay tantos momentos inolvidables vividos con esta persona que no existen días suficientes en el calendario para poder celebrarlo como se merece. Son tantos y tan bonitos momentos que no es de extrañar que reivindiquemos que el día del padre se celebre no sólo el 19 de marzo sino todos los días del año. Porque padre no hay más que uno y seguro que el tuyo se merece pasar muchos momentos dulces contigo ¡FELIZ DÍA DEL PADRE!