Esa persona que decidió dar el paso de cuidarnos, mimarnos y ser un apoyo incondicional para el resto de nuestra vida, es nuestro padre. Es posible que durante la niñez lo hayas notado ausente, malhumorado o cabizbajo, pero sin lugar a duda, esa persona junto con nuestra madre, ha luchado y lucha a diario para convertir nuestro paso en la vida en un camino hacia la felicidad.
¿Cómo no dedicarle a nuestro padre un día al año para que se sienta verdaderamente especial?
El Día del Padre viene cargado no solo de connotaciones religiosas, donde se celebra el día de San José en conmemoración al padre adoptivo de Jesús, sino también es un verdadero homenaje a esa persona que está ahí desde el mismo momento en que nacimos para hacer nuestra vida más fácil y esa persona es nuestro padre.
¿Cómo no dedicarle a nuestro padre un día al año para que se sienta verdaderamente especial?
El Día del Padre viene cargado no solo de connotaciones religiosas, donde se celebra el día de San José en conmemoración al padre adoptivo de Jesús, sino también es un verdadero homenaje a esa persona que está ahí desde el mismo momento en que nacimos para hacer nuestra vida más fácil y esa persona es nuestro padre.
¿Por qué tiene tanta importancia esta figura paterna en nuestra vida?
Antes la parte masculina de una pareja, se dedicaba a la manutención de la familia, guardar su seguridad y mantener una disciplina al estilo militar. Sin embargo, estos roles están cambiando y los padres cada vez más tienen una parte más activa en la vida de los hijos, aportando su sabiduría para ayudar, aconsejar y disfrutar de sus hijos desde el momento en el que nacen. Esta paternidad tan cercana hace que esta figura familiar se convierta en parte fundamental de nuestra vida, siendo el 19 de marzo, un momento perfecto para agasajar con una deliciosa tarta esa labor tan dura y a la vez tan tierna como es la crianza y el acompañamiento paterno a lo largo del camino de nuestra vida.