Se trata de el día mas duro del año para nosotros, duro no solo por lo larga que es la jornada de trabajo, sino por la carga de responsabilidad que conlleva. Cada ROSCÓN, cada carro que sale de fermentar, cada carro que entra en los hornos, cada ROSCÓN que se empaqueta, va cargado de ilusiones, pero al mismo tiempo de MIEDOS.
Ilusión porque estas llegando a casa de muchas personas, uno de los días mas bonitos del año, en uno de los días en el que las ilusiones de los niños se trasmiten a los mayores, un día en el que TODO es un sueño, incluso ese momento de sentarse a merendar un trozo de ROSCÓN, ¿a quien le tocara el haba ? ¿Quién será el Rey este año?.
Miedos, lo hemos comentado cientos de veces, en nuestro proceso de producción, los errores existen, no podemos hacer dos ROSCONES iguales, cada uno tendrá su textura, su aroma, su color, ¿le gustara a nuestro cliente? ¿saldrá tierno? ¿lo tendremos a la hora que lo necesita? ¿tendremos el sabor que el quiere?.
Hoy escribiremos nuestra carta a los Reyes Magos, Y le vamos a pedir, que TODOS y cada uno de los ROSCONES que hagamos, lleguen a casa de nuestros clientes, tal y como él espera, cargado de SABOR A ILUSIÓN.