Otra vez no somos nosotros los que nos empeñamos en poner al PAN en el lugar que siempre se ha merecido, en esta ocasión la información, el estudio, parte de Universidad del Sur de Bretaña, en Francia.
Olor del pan recién horneado nos hace más amables
Al parecer, el efecto del olor del pan recién horneado hace a las personas más amables. Algo así es lo que surge de un insólito estudio que probó que personas expuestas al olor de pan horneado estaban más predispuestas a alertar a transeúntes a los que se les había caído una pertenencia (la billetera por ejemplo). Estos hallazgos fueron publicados en Journal of Social Psychology, donde se sugiere que ciertos olores, como los del pan, inducen a conductas altruistas e interés incondicional por el bienestar de los demás. Para hacer este estudio los investigadores de la Universidad del Sur de Bretaña, en Francia, reclutaron a 8 estudiantes voluntarios, quienes tuvieron la misión de simular en la puerta de una panadería y de una casa de ropa que perdían algo (un guante, un pañuelo o una billetera). Los resultados son elocuentes, mientras frente a la panadería el 77% de los transeúntes se detuvo y alertó sobre el falso extravío al voluntario, en la puerta de la tienda de ropa solo el 52% se inclinó a colaborar. Los investigadores sugieren que otros olores agradables podrían tener un efecto “solidario” similar. “Nuestros resultados muestran que la ayuda espontánea es más habitual donde los olores ambientales son más agradables.
Fuente: https://cukmi.com/prueban-que-el-olor-del-pan-nos-hace-altruistas/
Claro que el pan es importante, y ahora sabemos que incluso su olor nos hace mas HUMANOS, hasta el punto de que los gobernantes TEMEN al PAN.
¿Por qué los gobernantes le temen al pan?
Los gobiernos le temen a algunos alimentos. Aprendieron que existe un vínculo entre ellos y el fin de la paciencia de la gente. Hay cosas que para algunas culturas no pueden faltar en sus mesas. La escasez de carne es un caso que irrita a los pueblos. Por ejemplo, en 1981 en Polonia, ante la persistente falta de carne se produjeron movilizaciones multitudinarias de protesta que gritaban “¡Queremos carne!¡Queremos carne!”. El malhumor se convirtió en una amenaza para la gobernabilidad y las autoridades tuvieron que dedicar 2.500 millones de dólares a tener carne barata en los mostradores. Otro alimento que en Occidente es intocable es el pan, presente en numerosos conflictos de la historia, desde la decapitación de María Antonieta, hasta las revueltas de las esposas de los obreros textiles en Rusia en 1917. El pasado está lleno de saqueos y estallidos de indignación social a causa del pan. Por eso ante períodos de inestabilidad económica los gobiernos miran al pan como a una amenaza mortal, aprendieron que en las crisis allí se oculta la mecha.
En 1863, una revuelta de mujeres indignadas por el precio de los alimentos hizo un desastre en la ciudad de Richmond, EE.UU. El grabado más conocido que ilustra esos sucesos (dibujo arriba) muestra a un grupo de mujeres famélicas armadas con palos mientras atacan a una panadería. Una de ellas tiene un bebé en un brazo y sostiene dos panes en el otro como si fueran hijos. De la panadería con vidrios rotos sale otra mujer desencajada abrazando dos flautas. En el ángulo inferior izquierdo, una indignada harapienta en cuclillas nos mira con cara de loca mientras aferra un enorme pan y levanta voraz una hogaza del suelo. Ese día se conoció después con el nombre de “La revuelta del pan”, pero la imagen es propia de la serie de televisión “The Walking Dead”. Durante la Segunda Guerra Mundial, en Gran Bretaña, también temieron por la escasez de pan. Uno de los ejes del racionamiento fue tomar medidas increíbles para regular el consumo de este producto. Por ejemplo, las tiendas tenían prohibido vender pan recién horneado. Había que vender el pan del día anterior para asegurarse que estuviera lo suficientemente duro para poder cortarlo en rodajas delgadas. Otra razón de la postergación era evitar la tentación irresistible del olor del pan caliente. En 2008, The New York Times se ocupa de la tensión social producida por la corrupción asociada a la venta de pan La amenaza latente del pan sobre el poder llega hasta la actualidad. El año pasado el ejército de Túnez intervino en una fábrica de levadura que se encontraba de huelga para asegurar que los panaderos recibieran esa mercadería indispensable. El gobierno temía las consecuencias políticas impredecibles de una población sin pan. Pero ¿De dónde viene ese poder que tiene el pan sobre nosotros? ¿Por qué no hubo nunca revueltas por la falta de manzanas, de higos, de atunes o de papas? Su poder social puede parecer inexplicable, pero no hay dudas de que es real como las revoluciones que inició. Tanto, que aún sin escasez podemos comprobar que nos da órdenes. Basta detectar un ligero olor a pan horneado para que nuestro cuerpo gire hacia ahí, como hacen los zombies al oler sangre. Nosotros somos los zombies del pan, mataríamos por él. Ya lo hemos hecho varias veces.
Fuente : https://cukmi.com/por-que-los-gobernantes-le-temen-al-pan/
Nuestro mas sincero agradecimiento a https://cukmi.com/ por hablar del PAN y de tantos y tantos temas interesantes