Si hay algo que no puede faltar en tu mesa, es el pan. Este alimento milenario nos ha acompañado a través de los siglos con diferentes ingredientes, formatos y sabores, pero nunca sin dejar de ser un alimento del cual no se puede prescindir.
En nuestro obrador trabajamos a diario para conseguir que el pan te traslade a tu niñez, a lo artesanal, al aroma de la harina horneada y en definitiva a un pan hecho con mucho amor.
Este será el motivo por el que contamos con multitud de tipos de panes, que convierten en entrañable este alimento tan imprescindibles en nuestros hogares. Desde la clásica barra de pan casero, al pan natural, el pan quemao… hasta los novedosos panes con tomillo y pasas, con frutas o nuestra especial variable mediterránea, convierten a este alimento en el rey de la mesa.
“Cuando compro pan siempre se me queda algún pico…..”
Seguro que eres de los que dudas en comprar pan porque en ocasiones te sobra y no sabes qué hacer con él. En el mejor de los casos sirve como alimento para animales, pero en otros acaba en el cubo de la basura.
¿Estás preparado para conocer nuestras recetas con pan duro?
Migas otoñales con pan duro
Son muchos grandes chefs los que se arrodillan ante este plato tan tradicional como sencillo de preparar y muy apetecible los días de frío y lluvia. Para preparar las migas, el pan duro se moja en cerveza sin que se llegue a empapar. Freímos chorizo en aceite de oliva y una vez que esté preparado lo quitamos de la sartén. Con ese mismo aceite del chorizo, introducimos el pan y lo vamos cocinando hasta que se quede seco y deshecho. Pacientemente le vamos dando vueltas y una vez lo tenemos listo y como colofón a este plato, le añadimos un huevo frito ¡Para chuparse los dedos! ¿Verdad?
Sopa de cebolla de ayer y hoy
La conocida Nana de la Cebolla tiene su mayor expresión en esta sopa hecha desde hace muchísimos años en todos los hogares españoles. Ahora llega a nuestra época con nuevos ingredientes que la convierten en más que rica, deliciosa para el paladar. Comenzamos con una cebolla confitada que colocamos en una cazuela de barro acompañada de un buen caldo que bien puede ser de bote o mucho mejor si lo preparamos con anterioridad. Después añadimos pan duro y queso rallado para posteriormente meterlo al horno y gratinarlo. Una vez lo tenemos, abrimos un huevo y lo tiramos dentro. Ahora sí que la Sopa de Cebolla con pan duro ha subido a su máximo nivel ¿Te apetece?
